.

.

lunes, 24 de febrero de 2014

Fantasías orientales

Hablar de hombres con mis amigas siempre empieza con la estúpida discusión de si son más guapos los rubios o los morenos y acaba con el aún más estúpido debate de porqué a mí, los hombres que me parecen más guapos del mundo son los asiáticos. Que los guapos me gustan todos pero si tienen ese algo oriental, me gustan más. El Loco, que es más de rubias con nariz respingona y no tiene ni medio cromosoma asiático tampoco lo entiende muy bien pero ahí me deja con mis cosas y todos tan felices.

Foto sacada de aquí


El domingo por la mañana fui con el Loco a una exposición de fotos en una zona bastante turística. Después de un rato de dar vueltas en la exposición, me pareció que un hombre de seguridad habría una puerta que daba acceso a otra sala, sin dejar de mirar para saber si podíamos pasar o no, giré un poco la cabeza hacia el Loco, que estaba a mi lado, apoyé la barbilla en su hombro y le dije al oído: Vamos pa'llá y chafardeamos a ver que abren ...? Entonces es cuando me doy cuenta que el Loco lleva traje gris en lugar de chaqueta verde, cámara de fotos en la mano en lugar de móvil y que ahora el tío es muy asiático. Flipo en colores. Lo primero que pienso es que debo estar soñando, doy un bote para atrás y veo que, efectivamente el señor que está en lugar del Loco es un asiático de treinta y tantos que me mira estupefacto, pido perdón histéricamente en todos los idiomas que conozco y me lo invento en otros tantos. Aparece el Loco y pregunta que qué pasa, me pongo granate de la vergüenza y no me atrevo a mirar hacia la dirección del hombre al que acabo de acosar vilmente, engancho al Loco del brazo (esta vez me aseguro de que es mi novio y no un turista incauto) y lo arrastro hasta la salida.

Reconozco que no es la primera vez que me pasa algo así, cuando era pequeña en alguna ocasión me había "equivocado" de madre y había cogido la mano de otra señora. También una vez dí un susto por la espalda a un amigo que resultó que no era ni siquiera conocido. Y muchas veces me encuentro en la calle hablando sola o con alguien que no conozco mientras el Loco camina tres metros detrás mio. Llegados a este punto no sé si ir a terapia o si debería aprovechar el momento de intimidad que el error aporta para ampliar mi círculo de amistades.

10 comentarios:

  1. Reconozco que ese tipo de cosas me han pasado más de una vez. Lo de confundirme de persona, digo. Lo de los orientales, de momento, no...

    Ahora, por si acaso, miro dos veces antes de soltar una parida y acabar roja como un tomate. Besotes!!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Menos mal que no me pasa sólo a mí jajaja, yo eso de pensar antes de hacer me queda para septiembre. Lo de los orientales creo que me lo tendré que hacer mirar.

      Eliminar
  2. chica, no comparto tu gusto por los asiáticos. No me gustan nada, pero NADA. Ahora bien, yo también me he "confundido" de madre y de amigos en ocasiones. Y en las tiendas con mi madre es horrible, porque se va a mirar por otro lado sin decirme nada y cuando me quiero dar cuenta estoy hablando sola o diciéndole a otra señora "huy, mira qué mono esto, podías regalármelo por mi cumple". Fatal.
    Y oye, ya que estamos, pues a ampliar amistades!! jajajaja
    Un beso!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. JAJAJAJAAJ a mi me pasa lo mismo, casco con el primero que se pone a mi lado, pero lo del roce es algo nuevo...y no me ha gustado nada pero aún me entra la risa boba cuando me acuerdo, vaya planchazo

      Eliminar
  3. jajaja!!! yo tambien he sido avasallada por algun desconocido que de pronto penso que era su prima/hermana/novia y me suelta algun rollo surealista ;-) jajaja!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. jajaja nunca había oído la versión "del otro", si me encuentro a otr@ como yo en la calle nos vamos l@s dos para casa jajajaj

      Eliminar
  4. jajaj, qué vergüenza!!
    Yo no tengo esa debilidad por los asiáticos. Y tampoco me he ha pasado confundirme de acompañante, jeje. De pequeña creo recordar una vez que me confundí de madre. Y me debió de traumatizar, porque no me ha vuelto a pasar.
    Un besote

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues a mi no parece traumatizarme lo suficiente jajajaja, parece que soy la única a quien le gustan los hombres orientales? No me lo puedo creeeeerrrr!

      Eliminar
  5. Ayyy, a mí me encantan los ojos verdes, como los que tiene mi chico que parecen dos esmeraldas jajaja

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. A mí también me gustan los ojos verdes...que tonta no soy! jajajajja

      Eliminar

Comentarios