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miércoles, 26 de febrero de 2014

Las apariencias importan

En algún sitio leí alguna vez que la gente alta cobra más que los bajitos, los rubios más que los morenos y los hombres más que las mujeres. Lo que no leí es que si eres mujer, bajita, morena y vistieras informal, desaparecieras del espectro visible.  

Esta mañana tenía entrada para una exposición de empresas, de esas que ponen tu nombre y el de la empresa para la que trabajas (en la mía ponía visitante de otra galaxia) en una tarjetita que te colocas en la solapa. Me ha sorprendido ver que a no ser que seas o parezcas ser algo en la vida, normalmente no te hacen ni puñetero caso en ningún sitio, sólo las azafatas que presentan productos son muy amables y te responden a tus preguntas, los responsables de los stands pequeños después de darte un repaso general de pies a cabeza suelen mirarte la tarjeta de la solapa antes de abrir la boca para saber de que empresa eres, si no perteneces a ninguna, no les interesas y te sacan de encima con una escueta respuesta y cara de asco. Los negocios son los negocios y en este mundo parece que sólo los hacen los gordos rubiales con traje, metro noventa y doscientos kilos, para ellos todo sonrisas y todo explicaciones, aunque no alcances a ver de que empresa vienen. 

Origen de la foto en este enlace

Recuerdo en una empresa que trabajé hace unos años que un hombre joven se presentó con un currículum con foto donde se le veía ...con una escafandra, por supuesto el puesto no tenía nada que ver con el Nautilus ni con el fondo del mar ni el espacio exterior pero por alguna razón al hombre le pareció buena idea poner esa foto allí. Nunca lo contrataron. 

Entiendo la diferencia entre lo adecuado y lo elitista y lo de hoy era estúpidamente elitista. Mi conclusión de hoy es que el mundo es demasiado competitivo, y por lo visto, las apariencias son de lo más importante. Así que esta misma tarde me voy a las segundas rebajas a ver si encuentro unos tacones y un traje que de el pego, lo de las mechas californianas lo dejaremos para más adelante.

lunes, 24 de febrero de 2014

Fantasías orientales

Hablar de hombres con mis amigas siempre empieza con la estúpida discusión de si son más guapos los rubios o los morenos y acaba con el aún más estúpido debate de porqué a mí, los hombres que me parecen más guapos del mundo son los asiáticos. Que los guapos me gustan todos pero si tienen ese algo oriental, me gustan más. El Loco, que es más de rubias con nariz respingona y no tiene ni medio cromosoma asiático tampoco lo entiende muy bien pero ahí me deja con mis cosas y todos tan felices.

Foto sacada de aquí


El domingo por la mañana fui con el Loco a una exposición de fotos en una zona bastante turística. Después de un rato de dar vueltas en la exposición, me pareció que un hombre de seguridad habría una puerta que daba acceso a otra sala, sin dejar de mirar para saber si podíamos pasar o no, giré un poco la cabeza hacia el Loco, que estaba a mi lado, apoyé la barbilla en su hombro y le dije al oído: Vamos pa'llá y chafardeamos a ver que abren ...? Entonces es cuando me doy cuenta que el Loco lleva traje gris en lugar de chaqueta verde, cámara de fotos en la mano en lugar de móvil y que ahora el tío es muy asiático. Flipo en colores. Lo primero que pienso es que debo estar soñando, doy un bote para atrás y veo que, efectivamente el señor que está en lugar del Loco es un asiático de treinta y tantos que me mira estupefacto, pido perdón histéricamente en todos los idiomas que conozco y me lo invento en otros tantos. Aparece el Loco y pregunta que qué pasa, me pongo granate de la vergüenza y no me atrevo a mirar hacia la dirección del hombre al que acabo de acosar vilmente, engancho al Loco del brazo (esta vez me aseguro de que es mi novio y no un turista incauto) y lo arrastro hasta la salida.

Reconozco que no es la primera vez que me pasa algo así, cuando era pequeña en alguna ocasión me había "equivocado" de madre y había cogido la mano de otra señora. También una vez dí un susto por la espalda a un amigo que resultó que no era ni siquiera conocido. Y muchas veces me encuentro en la calle hablando sola o con alguien que no conozco mientras el Loco camina tres metros detrás mio. Llegados a este punto no sé si ir a terapia o si debería aprovechar el momento de intimidad que el error aporta para ampliar mi círculo de amistades.

domingo, 9 de febrero de 2014

Burro se escribe con B

Ayer estuve en casa de una amiga que tiene un hijo de 9 años, Pablo; mientras le dábamos a la sin hueso apareció la criatura reclamándole a su madre que le dejara el móvil. Mi amiga le dijo que no sin inmutarse y seguimos hablando. 
Al cabo de 2 minutos, Pablo volvía a la carga y pedía conexión a internet a lo que la madre le dijo Para nada, que ya se yo lo que quieres mirar tú. El niño se quedó mudo y muy quieto, yo no alcanzaba a entender que narices mira un enano de 9 años que lo deje helado. Antes de iniciar una sabia retirada a tiempo, el pableras le dice a mi amiga que no sabe a que se refiere e insiste a tontas y a locas en que quiere ver la web del Bob Esponja. No sabía yo que le gustara Bob Esponja...pero su madre le suelta Tú lo que quieres mirar es una web de vulvas. Rápido como un rayo el crío responde ¡¡¡Yo no miro vulvas ha sido papá!!!! Y mi amiga le suelta: Tu padre sabe perfectamente que vulva va con v y no b de burro, Pablo, ¡no me mientas!



Mi amiga me explicó que había utilizado el ordenador después de Pablo y que al buscar en  Google algo con con B le salió la palabra "bulba" como ya escrita, entonces miró en el historial y efectivamente, cuando la criatura había usado el ordenador tecleó bulba y quedó registrado. No te rías, Lola, la adolescencia que me espera...

viernes, 7 de febrero de 2014

Cuentos de adultos

En un reino no muy lejano, vivía una princesita que un buen día conoció un príncipe azul quien tenía una hija pequeña de un matrimonio anterior con una bruja mala. Al principio de la relación todo era de color rosita pero pronto la princesita anheló vivir con el príncipe y tener descendencia. Fue en este punto en el que la hija del príncipe empezó a ser un estorbo y la bruja mala pasó, sin comerlo ni beberlo, a la categoría de bruja odiosa. La pobre princesita no tuvo más remedio que azuzar al príncipe para que le quitara la custodia a la bruja odiosa con el pretexto de que no se cuidaba de la hija pero en el reino no muy lejano aún quedaban abogados con dos dedos de frente que no le aconsejaron seguir adelante. La princesita se desesperaba y cada vez tenía detalles más y más feos con la hija pequeña del príncipe, hasta que un día, uno de sus asesores le dijo que quizás debería pensar en la niña y no tanto en ella. Entonces se formó la de Dios es Cristo....y en esas andamos. 

Foto de aquí


¡Y yo que pensaba que las "madrastras" al estilo de la Cenicienta no existían! Pues queridos niños, sí que existen, no hacen limpiar las chimeneas ni fregar, tampoco pegan -sólo faltaría- pero hablan mal de la madre delante de la niña, la riñen por cosas que no tocan, la llaman por motes que suenan bastante feos y quieren separarlas de la madre para ser ellas las únicas princesitas en la vida de su príncipe azul. Conque todo esto pasa delante del príncipe encantado, una no puede tener una pelea de gatas con la princesita, aunque el día que una reviente, ni princesas ni príncipe atontado que la lengua de desata y hace de las suyas.

Al Loco lo tengo avisado, si estiro la pata y pierde la chaveta por otra, que lo haga por una loca de los gatos, si mis mininos acaban en la protectora de animales lo perseguiré des del inframundo....y en el peor de los casos que la estire en caso de tener hijos, le haré firmar que la próxima pase la censura de mi madre y mi suegra ( que las dos saben mucho de arpías, vaya usted a saber porqué). 
Sé que no siempre es así y que hay padres muy padrazos que no dejan que nadie pase por encima de sus hijos pero yo lo que más he vivido es todo lo contrario, padres que no se enteran o que hacen la vista gorda mientras la arpía de turno se encarga pero bien que la prioridad del novio sea ella y sus necesidades. Me subleva la excusa que tanto oigo:  Es que la Mari es muy jefaza y si tuviera los suyos propios sería igual de estricta.¿ Os habéis encontrado con un cuento parecido? L@s que estáis casad@s con hijos o divorciad@s, tenéis miedo que vuestra media naranja permita esto o pensáis que no lo haría nunca?

miércoles, 5 de febrero de 2014

De guarrillas, pudores y Edipos

Mis padres están separados y cada vez que mi novio, cuyos padres hace más de 40 años que están juntos, oye hablar a mi madre o alguna de sus amigas divorciada-viuda de novios, le salen ronchas y picores. Porque no es apropiado. Tampoco encuentra apropiado, que a esas edades, se arreglen y cuiden (maquillaje, tacones, gimnasio...). La idea que tiene el Loco sobre las sexagenarias es que lo normal es quedarse en casa, hacer punto y llevar chandal o similar. Por tanto, que ellas tengan pareja y se acicalen le hace pensar que existe la posibilidad que puedan tener sexo. Y eso sí que no, ahí se planta. Porque el sexo es para jóvenes aunque no sepa a que edad limitarlo cuando se le pregunta.

Foto de aquí

 No es que el ingenuo sea un mojigato, si miro en el historial de su ordenador, me juego una falange del meñique que hay alguna web de señoras sin biquini y tal es su delirio por las rubias pechugonas que tenemos que evitar las calles con cine cuando la Johansson estrena peli . Pienso, muy al contrario que mi amiga Sonia, quién puso las maletas en la puerta a su novio por un quítame allá esas pajas con un CD guarrete que la imaginación no hace daño.

Así que tengo dos hipótesis sobre el porqué se le ponen los pelos como escarpias al Loco, la primera es que pensar en la posibilidad que sus padres tengan sexo, porque son sus padres y son semisantos. Al estar los míos separados, no sé si es un sentimiento de grima general pensar que los padres tienen vida sexual juntos. La segunda opción que se me ocurre y es la que me da más repelús, es que no encaje bien que cierta señora sexagenaria que pasa mucho tiempo en casa cosiendo y a quien llama mamá, pueda, a ninguna edad , tener sexo.

lunes, 3 de febrero de 2014

De brujas y escobas

Mi madre tiene un grupo de amigas muy majas con las que suele marujear del trabajo, maridos, aficiones...y sobretodo de los hijos. Después de toda la vida oyendo cosas de los hijos o hijas de Pilar, de la Mari y demás, me doy cuenta que hay una coincidencia colectiva en como ven a sus retoños (todos en la treintena). Así mientras que a ellas las tildan de independientes y despegadas de la familia a ellos los califican de pobres cándidos sin maldad alguna. Si el hijo está casado o novia, invariablemente ésta es entre algo y muy manipuladora y tiene "al niño frito".
 Curiosamente, también pasa en la casa del Loco, a quien mi suegra y mi cuñada ven como un buenazo que accede a todos mis caprichos. Ni que decir tiene que ni por asomo es así, mi novio tiene muchas cosas buenas pero ser un buenazo-que-accede-a-algo, pues para nada. Cuando el Loco dice que no o que sí, ya puede venir al ONU a convencerlo. Lo que a mi suegra le despista es que no sabe que me pone en modo escudo humano cuando no le apetecen las visitas familiares: Ui, mami, ¿este fin de semana? Es que Lola ha quedado con su madre para ir a comer y clarrroooooo, está sola la pobreeee. La verdad verdadera es que tiene pachanga futbolera con los amigotes o simplemente que tiene pensado pasarse el fin de semana a la bartola pero queda feo decirlo, ¿cómo decepcionar a su madre que piensa que el niño es un cacho pan que se muere por verla? Mucho mejor ponerme de bruja ya que tengo escoba en casa. Conque sus padres viven a 2 horas de camino, ni se enteran y piensan que cada dos por tres estamos con mis padres lo que acrecienta aún más la sensación que lo tengo dominao.


Pero una no es una Santa, no. Ni tonta aunque se lo haga. Una espera pacientemente que el Loco cave su propia tumba, que me deje derecho de veto en bandeja de plata. El día llega cuando sus padres y hermana piden en bloque que vayamos a su casa el sábado a comer, justo el sábado que mi amiga Susana celebra su cumpleaños con merendola. Pregunto al Loco si podemos ir el domingo mientras mantiene a su madre al teléfono quien posiblemente esté escuchando, él no quiere contrariar a su madre ( y además ha quedado con amigos para ver al Barça con el Rayo el día en cuestión) , tras varios aspamientos el angelito me dice que si su madre dice el sábado, pues el sábado y no se hable más, si quiero cambiar el día que hable ella y se lo diga yo misma. El pobre iba de farol y yo llevaba un as en la manga. En cuanto cojo el teléfono se le cambia la cara, sabe que algo anda mal. Hola, Soy Lola... el Sábado ya habíamos quedado con mi madre para ir a comer y claro está sola, la pobreee....sí, es verdad, es un buenazo y cualquier cosa que yo le diga le va bien, que suerte la mía....bueno, ¿el domingo entonces?...te paso a tu hijo ( y me voy a aparcar la escoba, que la he dejado en doble fila.)